El último adiós a Juan Carlos Rodríguez

Amigos, compañeros y alumnos de Juan Carlos Rodríguez se unen a la familia en el último adiós al intelectual granadino. Música y poesía se dan la mano en la emotiva ceremonia de despedida

No se ha acabado nada, todo está vivo, latiendo en los corazones al ritmo de su canción favorita Moon River cantada así, de repente, sin ni siquiera el acompañamiento de una guitarra. "Como hacíamos en casa, a él le encantaba pedirme canciones, y esta era una de sus preferidas, le gustaba mucho la película Desayuno con Diamantes", comentó su hija Cristina Mora.

La conocida cantante de jazz desafió la emoción del momento y las lágrimas que asomaban a sus ojos, entonó los acordes y dejó caer, como si fueran los brillantes que admiraba Audrey Hepburn desde el escaparate de la 5ª Avenida, los acordes compuestos por Henry Mancini.

No se ha acabado nada. Juan Carlos Rodríguez viaja ya por ese río ancho, formando sueños. Ayer estaba vestido con su mejor traje de seda fría, con ese que había elegido para el día de la boda de su sobrina, boda a la que finalmente no pudo asistir. Y con esa corbata granate que se podría haber puesto, perfectamente, para ir un día cualquiera a clase.

Un gesto de serenidad en el rostro, como si escuchara con mucha atención un poema sublime o estuviera examinando a uno de sus queridos alumnos que tanto aprendieron con él...

No se ha acabado nada porque allí, en la mano de su mujer, la poeta Ángeles Mora estaba su elegante sombrero, esa prenda que lo caracterizaba y que le daba ese aire tan especial y distinguido. "Era un seductor, como también lo fue mi padre", decía su hermana Marina recordándolo. "Muy especial y con muchos contrastes, una de sus frases favoritas era en la vida hay que saber de todo, hasta de fútbol".

En una ceremonia muy íntima, corta y emocionante, su familia, amigos, compañeros de Universidad y alumnos dieron el último adiós a Juan Carlos Rodríguez.

Un último adiós entre muchas comillas porque las enseñanzas de los profesores que han sido excepcionales perduran por siempre, y se transmiten de generación en generación, igual que seguimos repitiendo las frases de los grandes, igual que él parafraseaba a Unamuno con ese "decíamos ayer".

Pues decíamos ayer. Que el maestro Juan Carlos Rodríguez se ha marchado rodeado de la emoción y del amor de todos. Un amor que reflejaba el poema que su esposa, Ángeles Mora, tuvo la fortaleza de leer, porque lo escribió pensando en él partiendo de esas palabras preciosas "Tú me acostumbraste".

Un poema que dejaba traslucir la complicidad que unió durante años a una pareja dedicada a las letras, a la poesía y la enseñanza. Con tantas cosas en común, tanto que contarse y que decirse quizás bajo unas mantas o apoyados el uno en el otro pasando las páginas del libro de la vida.

Además de ese Moon River sonaron dos temas más muy significativos para Juan Carlos. El tango Malena y el himno que guió su ideología de izquierdas, La Internacional que todos los asistentes tararearon recordando años mejores, años de juventud.

Por segundo día consecutivo, en el cementerio de Granada se reunieron personalidades vinculadas a su vida y trayectoria literaria. Deja una obra extensa y profunda, escrita con la lucidez que le caracterizaba, donde destaca una veintena de títulos. Entre ellos De qué hablamos cuando hablamos de Literatura (2002) y De qué hablamos cuando hablamos de marxismo (2013). También Teoría e Historia de la producción ideológica. Las primeras literaturas burguesas (1974) y Sobre la escritura del Quijote (2001).

Con El escritor que compró su propio libro, el catedrático de la Universidad de Granada ganó el I Premio Josep Janés de ensayo literario, convocado por Random House Mondadori.

Este ensayo propone una nueva interpretación de El Quijote, alejada radicalmente de las lecturas idealistas o románticas. Una de las teorías expuestas es que El Quijote fue el primer libro de la literatura española que expresa directamente su intención: ser leído masivamente. De hecho, una de las últimas y brillantes conferencias que ofreció el catedrático emérito tuvo lugar en la pasada Feria del Libro de Granada, dedicada al IV Centenario de la muerte de Cervantes. En todas sus apariciones, incluyendo la dirección de la Cátedra Federico García Lorca de la UGR que también ejerció, su labor fue original y encomiable.

Juan Carlos Rodríguez. Cuando el reino es de la palabra...

(Fuente: "Cuando el reino es de la palabra", Brígida Gallego-Coín, Granada Hoy, 26/10/16)

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